Foro de La Página Escarolitrópica Gmnésica (www.cachislamar.com) para hablar sobre SUPERLÓPEZ, el hombre de superacero. O una supermedianía, según quien opine
Una de las virtudes de las historietas de Super López es que son historias muy realistas en el sentido de que muchas de las cosas que pasan pueden haber ocurrido realmente en la realidad. Y más los últimos SL, que tocan más directamente aún con la realidad (porque en principio nadie se ha hecho cabecicubo ).
Pues eso, el tema es el siguiente: Si alguna vez os ha ocurrido en vuestra vida cotidiana algo que ha ocurrido en alguna de las historietas de Super López (un ejemplo sería ver un petiso, pero no creo que sea el caso... ).
Ahora mismo no me viene ninguna anécdota a la cabeza, pero ya pensaré alguna ...<br>---<br><!-- EndUnderlineMarker --><!-- EndContentMarker -->
Mis vecinos gritaban a los chavales del parque por hacer un botellón.
Estuvimos recogiendo chapapote en Galicia, pero no dijeron ''cuidado, que muerde''.
Bueno, y una vez tuve que volar al espacio para destruir un satélite, ya que la gente enloquecia con una cadena, pero eso no tiene importancia.
Nunca he ido tan dormido a trabajar que haya pedido un café con leche y un croissant en el metro pero sí he caminado como un zombi hasta él. Y he estado apretujado en el metro o el autobús de forma parecida. Y en centros comerciales donde no se puede mover ni el carrito.
En cambio yo vi una vez a una chica que pedía "un croissant de ida y vuelta para Barcelona" en la estación de Renfe-Cercanías que suelo coger.
Dos sorpresas:
1) El vendedor de billetes la oyó, cosa sorprendente por el grueso del cristal. Hoy día eso ya no sucedería: simplemente han eliminado a los vendedores de billetes en ese empeño obcecado por degradar el transporte público.
2) El vendedor ¡le dio un billete de tren de ida y vuelta! Y eso no pasa en Superlópez.
Nota: nunca más he vuelto a ver a esa chica, más que probable lectora de Superlópez.
Ahora me he acordado de una anécdota. A mí me ha pasado una cosa que ocurrió en el "Cachabolik blues rock". Me pasó lo mismo que López, que todo el mundo estaba obsesionado con un grupo de música que a mí no me gustaba nada, y ponía las mismas caras y la misma incomprensión que López. Esto me ha pasado dos veces: la primera fue en 6º de EGB con las "Spice Girls". To diós perdiendo el culo por esas pavas y yo tope rayao. La gente haciendose una colección de cromos en blanco y negro (Xddd ). Luego, en 1º Bachillerato recuerdo que todo el mundo perdía el culo por OT 1, con la Rosa, el Bisbal, el Bustamante, ... ¡NOOOOO! ¡Hay llegué a sufrir y todo! No sé si fue porque al hacerme mayor tome conciencia de la situación o si fue porque OT es peor que Spice Girls (claro que decir que las Spice Girl son mejores que OT no significa que canten bien).
Uy, me estroy poniendo malito de recordar estas cosas ... joé, qué dolor de cabeza ...<br>---<br><!-- EndUnderlineMarker --><!-- EndContentMarker -->
Lo de estar dando vueltas y vueltas con el coche para ir a aparcar, cuando "andando ya hubiera llegado" es algo típico. Como ya me leído los Superlopez y encima soy ecologista, ya evito esos recorridos en coche, e indefectiblemente, el hecho de tener que ir en coche (porque está mal visto no acompañar a quien va en coche), me lleva a llegar justo o tarde...
Pues a mí, me han pasado: tener una novia mandona como Luisa, toparme con un portero como el del Botellón (con una camisa varias tallas menor que la ideal, además de bestiajo), cabecicubos como alguno de mis jefes, encontrarme en atascos en la ciudad, tropezar con la basura que tira la gente, sentirme mal cuando secuestraron a Quini (el futbolista), uf, un montón de cosas...
La clásica de las que me suceden a mí: Me sueltan un rollo y yo contesto con una sonrisa de oreja a oreja "Pues qué bien...". Por supuesto, me lo han respondido a mí también.<br>---<br><!-- EndUnderlineMarker --><!-- EndContentMarker -->
Cada vez que bajo las escaleras de la estación me siento como en las primeras de "La Caja de Pandora", creo que es y si no que alguien lo corrija: se trata de un picado desde abajo que se ve a López con bajas bajando las escaleras. Pero, claro, esa sensación es consecuencia de haber leído esa historieta.
Os gustan los Simpson? pues a ellos les ocurrio algo IDENTICO a SL
Os acordais de un especial halloween dedicado en parte a DRACULA de bram stoker? En el castillo, Bart y Lisa buscan la guarida del conde. bart, muy pesimista, se apoya en la pared diciendo "No vamos a encontrar su guarida asi como asi" y de repente la pared cede mostrandole UNA COCINA!!! IGUAL QUE LA CAJA DE PANDORA!!!
Kaximpo escribió:¿Era Magin el que decía que los guionistas de Hollywood se basan en cualquier cosa de cualquier parte del mundo para "robar" ideas ?
Pues, no, no era yo. Yo no decía que se basaran en cualquier cosa... sino que existe un plan que se lleva a la práctica para vaciar de buenas ideas y argumentos y personajes al resto de culturas y usarlas en beneficio de las industrias estadounidenses del espectáculo, la diversión, el ocio y los medios de comunícación. Pero es una hipótesis que tengo que comprobar y no es fácil. Pero el hecho de que Marvel y otras hayan usado a gente como Carlos Pacheco, un dibujante que dibuja y encima aporta ideas basadas en su acervo cultural (pues ésta que se parezca a una presentadora de la tele...), y no es el único caso... es un sistema de usar esas ideas para apropiárselas, igual que el gas natural del Asia Central o el coltan de África ídem, osea, Central... Pero que tengo que corroborarlo.
Antes de ayer me vi en la misma situación desesperada a la hora de dormir que sufre Juan López cada noche de "La semana más larga". Al parecer había un mosquito en mi cuarto que me había hecho un par de picaduras dos días antes, aunque luego se me olvidó echar insecticida. Como ya era la hora de dormir y no iba a asfixiarme echándolo a esa hora, decidí encender todas las luces de los cuartos adyacentes a ver si se escapaba. Me disponía a dormir cuando empecé a escuchar el horrible aleteo "Bbbbzzzzzz..." cercano a mis orejas. Encendí la luz y no encontré nada. Así que caí dormido de puro sueño y a las dos de la mañana ya me había despertado tres veces el mosquito con su aleteo y sus picaduras (ya que me despertaba rascándome y con muchos picores). En una de estas vi al mosquito en el techo, le di con la camiseta pero el condenado escapó. Harto, cogí el insecticida y lo eché debajo de la cama. Descubrí que el cabroncete se había colocado al lado de la almohada, así que ¡zas! de un golpe se calló por el hueco entre la cama y la pared. "Si no lo he matado del golpe, el veneno de debajo se encargará de él", pensé. Narices, a las cuatro, a las cinco y media y a las siete me despertó el maldito bicho, y el problema era que cuando encendía la luz no se movía y no lo podía encontrar. Nunca pensé que podía odiar tanto a un ser de tres centímetros. Me picó en la oreja, en la ceja, en la frente, en la mano derecha seis veces y en un dedo del pie... Claro, al día siguiente estaba destrozado y pidiendo billetes de metro en lugar de cafés. Finalmente rocié el cuarto entero de insecticida para cumplir, feliz, mi ansiada venganza.
"¡Maldición! Necesitamos conseguir cacahuetes sin cloperotaraska ni patastratos... ¡Ahora mismo!"
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