Ramiro escribió:Por cierto, en los papeles adelantados (¡¡algunos "a todo color"!!) descubrimos que el pueblo donde va el Pueblo elegido, al azar, es Castroforte de Baralla. Navegando un poco sabemos que es un pueblo inventado por Torrente Ballester:
http://www.trazegnies.arrakis.es/castroforte.html
No he leído el libro, La saga/fuga de J.B., pero ...
Yo sí lo he léido/sufrido. Lo leí en el tren y la música/ruido de la puerta se me quedó asociada a ese libro.
No lo recordaba... el primer tomo me recordaba de manera imprecisa a La saga/fuga de J.B.
Entre otras cosas, había algo gallego. Luego resulta que Santiago Valenzuela es de origen gallego. El apellido de José Hilario que ahora junto a los cefalópodos, que aunque sean muy de bar también tienen un origen mítico gallego... y otros detalles que ahora no recuerdo...
La Saga/Fuga de JB sería una especie de tomadura de pelo, tanto por parte del escritor que hace una españolada como por parte de todas las coordenadas universales que permiten la conjunción de los J.B. A veces uno piensa que están fusionádose Goku, Gohan, Trunks y todos los demás superguerrers/supersaiyans. Comunica un espacio geográfico gallego y húmedo, que podría tan real o tan poco real como cualquier aldea (me suena de haber escrito esto e incluso de haber visto pasar ante mi vista la imagen de una senda verde sucio con un terraplén encima del cual yo veo una aldea... pasó el momento...) pero también comunica con otros mundos y tiempos y personas y personajes.
Se superponen y se taponan pero también se necesitan para hacer incomprensible el libro.
En el Capitán Torrezno pasa un poco algo así: el mundo del bar necesita el mundo del bloque de al lado, conectado por José Hilario, que se convierte en deus ex machina (el creador de una máquina sin fin) porque en el trabajo le desprecian su afición de las maquetas que hace en su piso, a las que abandona y va al bar... donde alguien lo unge mientras es ungido (de coñacs y sin pagar)... y se crea un nuevo mundo cuando abandona a sus creaciones, en tanto el sótano es destruido cuando debía ser recuperado... y el bar tampoco queda bien. Osea, que también tenemos esos planes.
Y no es que sean J.B. aunque se lo bebiesen, pero tanto Torrezno como José Hilario como Hideyoshi como el Viejo de la Montaña como el misterioso ungidor filósofo y gorreador de invitaciones etílicas y seguramente algún otro son creadores de mundos, o tienen una potencia que ellos desconocen aparantemente para crear o alterar los paradigmas existentes. Mola.
¿Qué papel tienen las mujeres en toda esta historia? Aparecen poco. Incluso, cuando ya nos lo hemos preguntado, el Capitán indaga un poco: "aquí a las mujeres las teneis algo escondidas".
En el mundo del bar no he visto ninguna (hasta el cuarto tomo, y con cuatro páginas de Los Años Oscuros). En el bloque de pisos donde vive José Hilario (¿él es el dios del ático? ¿vive en el ático? no tiene pinta de vivir en un sitio tan distintivo), hay una portera, que es una potencial destructora involuntaria del micromundo, un poco como mensajera como la adivina Casandra, en la ciudad de Ilión (Troya): que quieren alquilar el sótano, que si tiene la llave (que ella tendría que tener una copia, y todos los vecinos también, digo yo... eso si realmente alguien más no la tenía y no había entrado en esos años).
En el trabajo, la funcionaria histérica que odia todo aquello que se salga de lo vulgar. Una mujer de pies en tierra, que igual está muy valorado pero que hunden la moral de cualquiera con un mínimo de imaginación. Es la causante de que José Hilario abandone el micromundo. Si pensamos que eso permite una generación de civilización, ¡qué bien! Si pensamos que hunde en la desesperación y tristeza a la pequeña pareja que sólo lanza preguntas fáciles para su creador, y que esa desesperación marcará religiosamente a muchos de sus habitantes (ciudad de Deeneim, etc.), pues ¡qué mal!
A eso añadamos que José Hilario pasa a aburrirse mortalmente en vida, y que sólo espera jubilarse... hasta que entrevé la posibilidad, por la amenaza involuntaria de la portera, de volver a ejercer un papel en el micromundo. Es como que todas sus esperanzas quedan cortadas. La historia de José Hilario es muy triste. Se encuentra solo y aburrido. Y su acercamiento a la funcionaria/compañera de trabajo aún lo aísla más: como ella "tiene razón" tiene que deshacerse de su afición, pero tampoco le sirve para estár mejor con ella o en general. Un aburrido que no quería serlo.
En Deeneim aparece otra adivina en plan más Casandra de Troya todavía: la que recibe frases propiciatorias que no sé qué utilidad tienen en Deeneim y su sociedad religiosa, mística y supersticiosa. Frases de anuncios como la del detergente Colón: "busque, compare y, si encuentra algo mejor... cómprelo". El verbo final lo pronuncia Torrezno ¡pero nadie se sorprende de que también él reciba frases propiciatorias (¿qué propician?).
Creo que es ella (si no otra) la que lanza un mal augurio, como si supiera lo evidente: que la ciudad tres veces santa de Deeneim, antigua capital del imperio, está amenazada... que durante un par de tomos no se cumple del todo. El Capitán lo evita.
Y luego está Yolanda, curioso nombre, ¿no? (significa algo), la mujer del Viejo de la Montaña, quien ayuda a desviar un convoy repleto de material para el Capitán y sus aliados... lo que equivale a colaborar en la destrucción del orden establecido.
¿Son destructoras las mujeres? ¿Las del Capitán Torrezno?
Ah, y sale otra más... bueno, que yo pensaba que era un chico (con esos pelos largos, cualquiera distingue hoy en día...). Le dal Capitán una cosa, que no sé qué es porque estará mal dibujado: ¿pastillas? ¿hongos? La chica va con tejanos y parece como de mayo del 68 esquina botas camperas de 1980... es una ropa bastante más moderna. Por lo visto existe una cantidad de población ¿nómada, huida, admitida? que conoce los trenes y una tecnología y forma de vida de épocas posteriores, más de la Era Industrial. ¿Es así? ¿Cuántos son? ¿No conocen los de un lado del mundo a los otros? Pero esta chica y sus colegas viajaban en tren por largos trayectos... otro misterio sin resolver.