Es una forma de hacer publicidad sobre algo en lo que nadie presta atención en un entono social y comunicativo repleto de significantes a los que hay que dar significado continuamente. Desde las papeleras con el escudo que no nos dejan ni llamarlo anagrama del ayuntamiento de turno hasta el de la empresa de basuras que recoge el contenido de la papelera o del contenedor, la marca y colores del camión de la basura que no puede ni debe desaparecer ante la marca de la empresa de basuras, hasta el slogan del ayuntamiento para mantener limpia la ciudad, realizado con unas letras iguales a otros slóganes para dar una sensación de unidad de contenidos e ideas a sus ideas, como si se tratara del tipo de ropa que lleva el tipo que va a sacar una cocacola de esa máquina. Como al final nadie piensa ni en la marca del camión de la basura ni en la marca de la bebida, los publicistas se tuvieron que inventar algo para dar la sensación de que metían mensajes satánicos en sus anuncios. Vamos, que si escuchas del revés una lata de cocacola en el radiocassette de un camión de la basura oyes slóganes satánicos.supertorrente escribió:nos la cuelan por todos lados.
Y por favor, no me negaréis que la maldita M de movistar (por cierto que cualquier "internauta medio" (expresion con copiraich dentro de poco), digo que cualquiera sabia que era de Movistar.
No te corte. Explica.Pero ese "pídeme" oculta muchas más cosas...
Ah, yo no creía que la "M" fuera de Movistar. No lo sabía. Pero delas tres veces que lo vi, la primera, ni caso; la segunda, pensé "nuevo mundo, utopías, osea, mentiras, por tanto, empresas de teléfonos móviles... Motorola, pero como nunca tengo claro si Motorola es aceite de coche o móviles..."