Fuatío! Que atracón!
Me acabo de terminar de leer la saga hasta "La estrella de la mañana" inclusive. Me falta "Babel", que espero caiga en breve.
Por si fuera poco, también me he leido completo este hilo, para evitar repetir cosas que ya estuvieran dichas.
En resumen, mis opiniones coinciden con lo que ya se ha dicho por aquí y podrían resumirse en "engancha a ratos". En mi caso particular, lo que más me engancha es cuando se van aclarando detalles de la cosmogonía del micromundo, su relación con el exterior, etc. Lo que más me aburre son las intrigas políticas, la estrategia militar, etc. Lo que más me fascina son los dibujos en los que se observan detalles del macromundo integrados en la arquitectura y orografía del micromundo (botellas de coca-cola como torres, tapones de gaseosa como minaretes, etc.)
Me asombra la inventiva de Valenzuela a la hora de crear cosmologías desde el punto de vista de los micromundeses, y de dotar de significados profundos objetos que no dejan de ser mundanos para los habitantes del nivel superior. En cierto sentido, somos extraterrestres para los micromundenses y nuestros objetos son tan inexplicables como lo serían para nosotros los de una cultura extraterrestre (lo que me hace pensar en el libro "Picnic extraterrestre" y "Stalker"). Como a vosotros, me rechina que no obstante Torrezno no sea capaz de ver la verdadera naturaleza de esos objetos.
El hecho de que todo ocurra en un sótano que ha desarrollado su propio cosmos me hizo pensar desde el principio en "El garaje hermético" de moebius. En éste también existe un micromundo creado en un satélite de una forma nunca explicada, que es visitado por su propio creador (el mayor Grubert), y que no obstante ya no controla ni entiende nada.
Me estuve preguntando un tiempo si Valenzuela era consciente de esta similitud con el Garaje, y la cosa ya quedó clara cuando aparece en escena Juan Jacobo Fatalissta, ("Capital de Provincias del Dolor"), que al principio no lleva gorro, por lo que no caí en la cuenta del parecido hasta que empezó a llevarlo, a partir de la página 124. Me refiero a esa especie de "salacot" terminado en punta (¿es un pickelhaube?). El Mayor Grubert del garaje hermético lleva en todo momento uno igual, como se ve aquí:
Por si la referencia no fuera lo bastante clara, su propio nombre da otra pista (aunque por razones incomprensibles para mí no hice la conexión hasta leer "La estrella de la mañana"). Y es que el título del primer volúmen del garaje hermético es "Mayor Fatal". Ya me sonaba a mi raro eso de Fatalissta.
Bueno, de momento esto es todo. Toca relectura (aunque no sé si seré capaz, la primera se me hizo muy pesada a ratos, especialmente las partes militares, que son el grueso de la serie)