10 razones para que "Transformers" defina un género.
0. Me he dormido
Sí, señores, daba cabezadas. No sé si sería la hora de la siesta pero es una señal inequívoca de que estamos ante una obra intelectual y de autor y no de una peli más de acción.
1. Humor en el límite de lo "políticamente correcto"
La cosa empieza mal, con actores imitando acentos y chistes sobre emigrantes y lo que comen. Después un padre compra a su hijo un coche porque ha aprobado. Un coche de décima mano y no necesita arreglarlo ni llevarlo a ningún taller. Y siguen el "Torrente" (jaja) de chistes sobre extranjeros ("Me llamo Bolivia. Como el país pero sin diarrea") y disfraces de payaso. Parece que no tenían ni confianza en que "esto" pudiera llegar a verse fuera de los Usamérica. O del salón de su casa.
No sólo eso: cuando el chavalín se queda encerrado en su habitación escondiendo a la chica y a los robots (ejem... de 20 metros) le pregunta que si se estaba masturbando. Luego vienen una serie de risas sobre "el rato alegre de Sam" (no me acordaba del nombre del protagonista, he tenido que mirarlo). Creía que estaba viendo American Pie o Los Albóndigas. Cuando aparece la chica escondida, he echado de menos que volvieran al tema diciendo que si habían tomado precauciones o que "técnicamente no era sexo", jijí, jajá.
Tenemos chistes verdes y de negros. Nos faltan chistes de mariquitas. ¿Y si hubiesen traducido el título por "Los transformistas"?
2. Reivindicación de los Ministros y menoscabo de la figura del Presidente.
Es la primera vez que veo que el Presidente no está al mando de la situación de crisis sino que todo lo lleva el Ministro de Defensa. ¿Es que Jon Voight era demasiado feo para hacer de presidente?
3. Cuando hagas una lista de hackers, empieza por el final
Reunen a todos los "geeks" (más apropiado que "friki") para ver si consiguen descifrar una transmisión y se ponen a escucharla.
4. Multiprotagonismo
Podría haber sido una "película coral" con una asesora buenorra, un negro chistoso, el Ministro de Defensa, un agente histriónico ni de la CIA ni del FBI sino del Sector 7, un grupo de ex-combatientes de Irán, un adolescente y la novia del macarra del instituto pero seguir demasiado a estos últimos, chafa la innovación. Aun así, ¡ningún grupo queda excluido, cualquiera puede identificarse con cualquiera!
5. Apología estética del grano
No del grano epidérmico sino del grano de la película. En las escenas oscuras (que son muchas en la base del gabinete de crisis) hay grano, mucho grano. Lo tomo como una opción estética, no por una equivocación a la hora de comprar película o de iluminar los decorados
6. Reinvención de las leyes físicas
Cuando algo reduce su volumen a base de plegarse sobre sí mismo tantas veces como para llevarlo en el bolsillo, también reduce su peso. Es lo que pasa con el mega-cubo de energía.
7. Los agentes secretos pueden ser graciosos
Grandísimo el papel de John Turturro. Iznogud le hubiera hecho empalar por menos. Se acabaron los estereotipos de agentes serios tipo Mulder y Scully y similares que nos quieren imponer.
8. Hay secretos que no conoce ni el Presidente de los EE.UU. ni su Ministro de Defensa
Entonces... ¿quién los conoce? ¿En manos de quiénes estamos? Esta revelación me da mucho miedo e invita a la reflexión.
9. Crítica soslayada a los poderes establecidos
El Presidente queda apartado de la crisis por sus propios asesores. Olé, eso son los ayudantes buenos, los que te quitan trabajo, y así puedes dedicarte a pedir canapés. Queda descartado que sea una película de entretenimiento pero esta forma de incitar irónicamente a la desconfianza en el poder ("si hubiera pasado algo, nos lo dirían") es altamente subversiva y debería ser perseguida. Y la escena en el interrogatorio con el policía macarra ("¿qué te metes, chaval?", "¿me estás mirando la pipa? ¿Me estás provocando?") y otros comentarios sobre los cuerpos de seguridad de los estados (unidos) son también sutiles señales de que algo se mueve.
10. No confundir con una película de robots gigantes
Ah, sí... De vez en cuando salen robots dándose de leches, pero esa es la parte menos interesante. No llegamos al extremo de que el título defina lo que NO sale en la película pero por ahí le anda.
11. Alarga, estira todo lo que puedas.
Había dicho 10, pero siguiendo el propio enunciado, añado otra más. "Piratas del Caribe 3" ya era muuuy larga. "Transformers", para estar basada en unos juguetes de robots que se transforman en coches, en proporción es infinitamente más larga. Si una película dura más de hora y media es que está mal hecha. Si no se ha podido contar la historia en ese tiempo, es que no se ha realizado el trabajo suficiente para hacerlo.
Podría pensarse que "Transformers" va (de nuevo) en contra del poder establecido y obliga a las salas de proyección a programar 3 sesiones cuando podrían ser 4 en el mismo tiempo pero creo que esto es una lucha de poder entre estudios y exhibidores: "Nosotros hacemos las películas y durarán lo que nos dé la gana. No os pongáis muy tontos porque seremos capaces de rodar películas de 8 horas. Muajajajajá..."
Desgraciadamente, la regla no es recíproca y no siempre una película de 90 minutos es buena (ya me estoy temiendo "Planet Terror" y "Death Proof").
