Comienzo aquí a comentar el primer libro publicado por José Eduardo Valenzuela, "
Como a dos voces".
Como resumen e introducción, el libro se centra en relatar las memorias de juventud de José Hilario Viñeiredo (alter ego del autor) entre los años 30 y 50 en diversas localizaciones de Galicia, en la voz de un anónimo amigo suyo que hace de narrador de la historia.
Tras ponerse en contacto ambos personajes por la celebración de las bodas de plata de la universidad, José Hilario comenta a su amigo su obstinada afición a escribir, nunca abandonada pero tampoco fructificada, y su reciente dedicación a escribir cartas a amigos en los que trata sobre su juventud compartida. Entre ellos llegan a un acuerdo: el narrador recibirá periódicamente una copia de estas cartas dirigidas a amigos de José Hilario, debiendo relatar el contenido de las mismas así como sus impresiones, y podrá incluir algunas partes íntegrasde las cartas en un libro que supondrá un trabajo conjunto entre ambos personajes.
Con esta excusa, las memorias del autor son contadas en tercera persona (cuando contamos con el testimonio indirecto del narrador, que solo ha leído las cartas y que en muchos casos no ha compartido esas etapas de la vida con José Hilario), con un punto de doble subjetividad cuando el narrador comenta su propia impresión de los hechos, y en forma epistolar (cuando se incluyen fragmentos de las cartas de Jose Hilario a sus amigos o familia).
Se trataría de un libro de ficción autobiográfica, pues si bien tanto el personaje de José Hilario como sus memorias están basadas en la vida y persona del autor real (José Eduardo Valenzuela), la historia contada en el libro contiene elementos de ficción pura, si bien nunca pierde un paralelismo con la vida real. Para ver las diferencias entre la vida real del autor y las memorias ficticias de José Hilario habría que leer el libro "
¡Ai, Ourense, Ourense...!", en el cuál se incluyen las cartas originales que sirvieron de inspiración para la historia.
Para poder dejar un margen a la ficción dentro de lo que son las propias memorias del autor, se ha modificado el nombre de los personajes reales por otros ficticiios. Hace poco anduve realizando averguaciones con todos estos libros para comprobar con qué personas reales se corresponde con los personajes, y la verdad es que me llevé una sorpresa, pues casi todas las personas reales/personajes tienen (o tuvieron, los que en paz descansen) la suficiente relevancia como para ser citados en artículos periodísticos por sus variados trabajos, o incluso haber visto reconocida su carrera mediante premios nacionales. Pero para comentar esto, tiempo al tiempo.
Los escenarios más comunes son Santiago de Compostela (donde el protagonista pasó los años universitarios) y Aurianova (etapa infantil y juvenil), que es la versión ficticia de Ourense de la misma manera que Viñeiredo es la versión ficticia de Valenzuela. Se detallan muchos emplazamientos y calles de Aurianova, pero al no conocer Ourense no puedo afirmar si estos lugares existen en la ciudad real, si son trasposiciones de los nombres reales, o si son puramente ficticios. En cualquier caso esta geografíca ficticia es un aspecto de la novela que cabe destacar.
El libro comienza con un prólogo de una página firmado por el autor, en el cuál él mismo se identifica con el protagonista de la historia, y ya de paso, desmiente la posible existencia real del narrador que presenta la historia. Parte de la trama trata sobre la posible condición ficticia del narrador, así como de las reacciones que va generando sobre él el ser testigo de la negación del autor de su participación en la obra. Ya desde un inicio de la historia se nos elimina cualquier duda respecto a la cuestión existencial del personaje; es por esto que no sé si pensar que esta página del autor quizá hubiera sido más adecuada que estuviera al final del libro y no al principio. Por una parte está bien saber que el protagonista está basado en el autor real y sus propias historias, pero por otro echa a perder cualquier duda que pueda intrigar al lector en cuanto a la posible existencia o inexistencia del narrador.
Las reflexiones e impresiones del narrador sobre su propia existencia y sus contrariedades con el protagonista son probablemente lo mejor en cuanto a la parte de ficción que toca la obra. Este juego existencial tiene continuación en "
Sobre viejos veranos", donde se vuelve a tratar la misma cuestión entre ambos personajes, si bien se incide más en la dualidad de ambos personajes, aspecto poco trata en el libro del que hablo ahora.
Mi hermano vió el libro por casa y leyó el título en alto: "Como a dos voces", acentuando la primera sílaba del "como", como si se tratara del verbo comer.

La verdad es que el título no es demasiado original, y de hecho en el siguiente libro los personajes se refieren a él llamándolo "Aurianova", haciéndome dudar si este es el título que hubiera preferido el autor posteriormente.
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Moderador... ¿Se podría pasar este tema al off-topic? )<br>---<br><!-- EndUnderlineMarker --><!-- EndContentMarker -->